HISTORIA DE LAS ARMAS DE AIRE

HISTORIA DE LAS ARMAS DE AIRE
La historia de las armas de aire está inmersa en el misterio y es todavía tan
integrante como cualquier crónica de siglos pasados. Aunque es difícil comprobar
exactamente cuando las armas de aire fueron producidas por primera vez en Europa,
los historiadores creen ahora que el período más probable para su primera aparición
fue a mediados de los 1500.

Pocos ejemplares han sobrevivido la lenta marcha del tiempo y la mayoría de esas
armas de aire que lo han hecho descansan ahora en museos de armas en todo el
mundo.
Se sabe que desde sus inicios, las armas de aire eran muchas veces guardadas en
secreto y hasta calificadas despectivamente como herramientas del Diablo.
Considerando el hecho de que algunas armas de aire de siglos pasados, eran
comúnmente de calibres muy grandes y casi tan poderosos como las armas de
fuego. Hoy día - aunque sin el ruido ensordecedor, destello y humo, – es fácil
comprender por qué las armas de aire de esa época, eran temidas por muchos.
La mayoría de las armas de aire más primitivas pertenecían a dos grupos diferentes,
aquellas energizadas por fuelles cargados por resorte y aquellas que utilizaban aire
comprimido almacenado en un depósito, que era una parte integral del arma o
adjunta a ella. Las armas de fuelles estaban generalmente destinadas a tiro al blanco
en interiores. Aunque de poca potencia, eran asombrosamente precisas a distancias
cortas.
Las armas neumáticas, por otra parte, eran más potentes. La tecnología de estas
armas gradualmente mejoró a través de los años y su uso para cazar se puso de
moda entre la nobleza Europea.
El hecho que presas tan grandes como el jabalí silvestre y venados fueran abatidos
rutinariamente por esas primitivas armas neumáticas, demuestra su asombroso
poder.
Su funcionamiento relativamente silencioso y eficiente y su impermeabilidad a la
lluvia o nieve las hacían armas muy deseables. Por esta razón, estaba
frecuentemente prohibido a los plebeyos poseer armas de aire.
A fines de los 1700, las potentes armas neumáticas encontraron su lugar entre las
tropas militares. El Ejército Austriaco tenía un regimiento entero armado con rifles de
aire de repetición calibre .44.
Todos los relatos sobrevivientes indican que los austriacos usaron esas armas de
aire con eficacia mortífera contra las tropas francesas de Napoleón Bonaparte
durante la Campaña Tirolesa y se dice que eran suficientemente potentes para matar
un hombre a 150 yardas de distancia.
Eran tan temidas que cualquier soldado austriaco capturado con un rifle de aire era
ejecutado sumariamente como un asesino.
En el continente americano, los registros de la famosa Expedición Noroeste de Lewis
y Clark (1804-1806) muestran que se llevó un arma de aire y los indios la llamaron
“el palo del trueno sin humo”.
Las primeras armas de aire producidas en los Estados Unidos se centraban
alrededor del “arma de galería”, un arma de relativamente baja potencia que utilizaba
una planta de poder de resorte y pistón. Estas armas florecieron durante el período
inmediatamente siguiente a la guerra civil y se usaron principalmente para tirar a
blancos de papel en interiores.
A finales del siglo XIX, los calibres de las armas de aire de América y Europa se
habían reducido apreciablemente.
El siglo XX fue testigo de tremendos avances en el campo de las armas de aire para
adultos, especialmente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Muchas fábricas alemanas se convirtieron en productoras de armas de aire, luego
que la manufactura de armas de fuego fue prohibida por las fuerza aliadas de
ocupación.
El resto ha sido la creación de una importante nueva industria, que pretende una
participación en los deportes de tiro alrededor del mundo actual.
El concepto equivocado de que las armas de aire son simples juguetes ha sido
fomentado por años debido a el arma de municiones (BB) de baja potencia y
producida en masa; sin embargo, el hecho que el tiro con armas de aire es ahora un
deporte Olímpico haciendo desaparecer esta imagen rápidamente.
Las modernas armas de aire de competencia sin retroceso, con una precisión capaz
de hacer un único hoyo a 10 metros, pueden difícilmente llamarse “juguetes”.
Los Juegos Olímpicos de 1984 presentaron por primera vez el tiro con armas de aire,
una señal histórica y dramática de la importancia de las armas de aire de hoy en el
tiro. Asimismo, rifles de aire capaces de disparar diábolos calibre .177” (4,5 mm.) han
colocado a las armas de aire en la categoría de verdaderas armas deportivas.
Las armas de aire para adultos han llegado a todo el mundo, con un deporte de tiro
que puede ser disfrutado por cualquiera, en cualquier parte – una gran diferencia con
su oscuro e incierto comienzo unos pocos siglos atrás. *
* Productos Mendoza

0 comentarios: